El Santo Papa

Había una vez una papa que quería ser papa, pero esta papa era muy joven para serlo, tan solo tenía veinticinco papaños; además vivía con su tía Yuca, quien era papaletosa y bastante dura con Papa, desde que era tan solo una papita.
Papa no tenía papás, era papuérfano, ya que el señor y la señora papa habían fallecido en un ardiente sancocho; eso hace muchos papaños, desde entonces, Yuca cuida de Papa.
Papa creció solo, sus primeras raíces se formaron en Pasto, ahí permaneció hasta cumplir su mayoría de papaedad; mientras tanto Papa iba descubriendo la bondad que tenía en su corazón, fomentaba el respeto, la tolerancia y el amor al papaprójimo, esto hizo que cualquiera que le conociera, se empapara de su buena papa; pues éste era un ser noble y tierno y por supuesto alegre, pese a que en sus ojos parecían reflejar lo contrario...
Papa sentía que su existencia en la tierra era por voluntad papadivina; tal vez era el papado lo que le aguardaba en un futuro. 
A pesar del buen servicio que prestaba a la comunidad, Papa era tildada de papalunática, le abucheaban, le hacían pasar por malos momentos; le gritaban:
-¡Oye Papa!; ¿Acaso se te ha metido un gusano?
-¡Estás mal amigo!
-¡Con tanta bondad vas a resultar podrido!
-¡No finjas; eres un papasolapado!
-¡Muestra tu verdadera cáscara!
Papa lloraba, se sentía muy triste, entonces decidió abandonar su tierra para ir en búsqueda de sus anhelos papales. Cuando estaba a punto de salir de Pasto, surgió un temblor y se formó una ventisca; de pronto sus vecinos fueros extraídos de la tierra y se elevaron por los cielos; las papas gritaban:
-¡Estamos fritas!
-¡Esto es el papapocalipsis!
Las papas huían, rodaban; desesperadas acudieron a Papa.
Y éste clamó a los cielos y se encomendó a la divina papatrinidad...
Como siempre lo papapuso:  "Estoy destinado la papado"
Por obra y gracia llegó la calma a la tierra; sin embargo Papa fue raptado por una extraña fuerza, elevándose por los cielos hasta perder el papaconocimiento.
Al abrir los ojos Papa, vio a sus papás.
-¿En dónde estoy? Preguntó Papa algo tiesa.
- Hijo, te estábamos esperando, estás en el paparaíso, fuiste destinado a ser santo papa; ahora te encuentras en el sancocho celestial, por muy ardiente que parezca, ésta es la gloria...
Poco a poco irás desvaneciendo, pero vivirás por siempre en el cuerpo de ese ser llamado Pontífice.
-No estás en cualquier olla. Concluyeron sus papás.

                                                                        Foto. A. Ch.                                                                           

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