La locura

No temas...
Si de pronto por alguna causa desconocida llegase a llamar a la puerta, no te detengas...
Solo soy un ocaso perdido entre chubascos de conjeturas que a menudo se tornan noches en vela; apacibles a ratos inquietas, o según sea su naturaleza...
A ratos me encuentro con un cúmulo de pensamientos que depositan en mi la persistencia, por eso regularmente toco más fuerte la puerta...
Así que no temas
más no te detengas
Tan solo soy un ocaso perdido pero con presencia inquieta que va por ahí deambulando muy emotiva como también frenética, con un manojo de ideas rumiantes, un tanto concretas...
Por lo visto soy la locura
de la que tanto hablan y otros callan.
Así como lazarillo del amor, también he venido a acompañarte,
para hacer de tus días los más plácidos
y las noches como faena...
Pero una cosa te digo cariño, 
si deseas detenerte para abrirme la puerta,
ya después del acto,
no hay rienda suelta,
pues la miel empalaga
si en exceso se deleita.

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