Fragmento de Mi Vida

Váyanse de aquí, insectos nauseabundos, salgan de mi templo,

apártense de mis andares, les ordeno que se marchen de mi recinto,

tomen sus pertenencias y desaparezcan de mi vista,

esta fue una visita sin retorno; conclusión de las fechorías,

deshágase de mí esas ataduras de iniquidad, que corrompen a esta alma indeleble,

que tiene muchas cosas buenas para vivir y escribir y proseguir.

Aléjense de mí, ideas triviales, espíritus de perdición,

gusanos infames que corrompen al más puro corazón,

yo no pertenezco a su comodín de camaradas que sucumben ante el néctar de la exquisitez gorrina

que cree incubarse sin permiso alguno,

si abrí la puerta fue con decisión e igual la cierro;

esta vez con autoridad irrevocable, hoy digo NO.