La curiosidad NO mató al gato

Esta es la historia de un felino que quiso demostrar que no solo era un “Lindo gatito” también era capaz de escribir como sus amos los humanos…bueno, al menos hay una persona que puede atestiguarlo; aunque sea poco convincente.
¿Acaso este gato es producto de algún experimento?
Pues no, déjenme contar con brevedad su historia:
Cierta tarde, la señora Margarita y el señor Juan, una pareja de recién casados, quienes daban un paseo por el parque central, descubrieron a un lindo gatito, triste y solitario, sentado en una de las sillas del parque, al parecer abandonado por sus anteriores amos, pues tenía una pequeña nota en su collar que decía:
“Llévalo”
Maximiliano, como decía su placa, corrió suerte, pues fue llevado a su nuevo hogar y asimismo adoptado por la pareja de gatos Shrek y Fiona; quienes le amaron desde el primer día.
A Maximiliano le encantaba hacerle compañía a su ama en el estudio; la señora Margarita era docente y amaba la lectura; lectura que despertó el interés a nuestro querido felino; quien aprovechaba su mirada nocturna para leer, ¿Leer? Más bien devorar, si, devorar cada libro de la biblioteca, mientras los demás dormían.
Maximiliano se interesó más que todo por las historias, sobre todo, aquéllas que relataban aventuras; pues creía haber experimentado infinidades en su anterior vida…Y así surgió el querer demostrar dichas aventuras, a través de fantasía, una fantasía escrita y disponible para cualquier lector.
¿Pero cómo hacerlo? Sin poder siquiera agarrar un lápiz.
De manera que Maximiliano probó con la computadora; ¡Y qué suerte!
Con la ayuda de tutoriales, fue logrando poco a poco su objetivo; ahora el lindo gatito se preparaba para escribir el segundo tomo de su propio libro llamado:
La curiosidad No mató al gato.
Un libro que relata aventuras, opiniones, puntos de vista, travesuras y algunos tragos de licor.
Todo iba a pedir de boca, hasta que sus padres se enteraron de sus andanzas; pero a nuestro querido gatito parece no importarle; por lo que argumenta:
“Toda necesidad tiene siempre su comprador;
Si hay un gato volador; por qué no haber un gato escritor.”
Y Maximiliano no atiende el llamado de atención de sus padres…
¡Oh Maximiliano que saliste escritor!
¿Acaso querrás salir en la primera plana de las noticias…?
Ten cuidado, que no vaya sea que te tomen por conejillo de Indias…
Si te atreves a ser la excepción, concluye con lo que emprendes, dejando tu huella como escritor.
Tienes un punto a favor como en contra; y es tu amo, el señor Juan, si, el oficial Juan, quien te ha sorprendido; es fiel testigo de tus actos…Solo que su palabra, al parecer, no da fe inclusive a su propia esposa…
Querido Maximiliano, la ley y el orden es un tema de presunción.
Foto. A. Ch.

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