Vuelos, sueños, veremos

Me dijo adiós y yo entendí que nos veríamos luego, como de costumbre, para volar juntos con sus ideas frescas, joviales y ligeras, eternas de primavera; y al compás de su melodía intrépida, al atardecer, luego de coger café, ella danzaba en medio de los cafetales, mientras que yo solo aplaudía, y eso era más que suficiente para Martha, a quien le veía distinto desde hace un par de años...Pero me dijo adiós y yo creí que era cuestión de contratiempos ligeros, así que solo le despedí con un pequeño apretón de manos; pensaba verla esa misma tarde, para volar de nuevo juntos, solo que las circunstancias ya no serían las de siempre y eso afecta, lo cual es insoslayable como insoportable... 
Por consiguiente una serie de imágenes mentales, canciones y algunas memorias olfativas sucumbían ante mis tristezas... ¿No teniendo acaso oficio, más que pensar en ella? quizá si, pero la brusca afable terquedad enamoradiza, me harían nuevamente recordarla, y que ganaría con eso si Martha no está, Martha se fue,  ¿Alguien lo sabe? ¡Contéstenme! 
Solo oía el susurrar de las hojas de café, que se abanicaban con el acariciar del viento; soplos tenues que hacían que elevara mi mirar hacia las nubes, y un poco más, tal vez hacia el mañana... 
Así que me dijo adiós y finalmente la dejé ir, la dejé que volara sola, cada vez más lejos del cafetal...
Sé que le dije adiós sin explicar, pero era mi única oportunidad para volar. Aquella vez mi padre recibió una llamada de mi tío Jacinto, para que viajara a Medellín, ya que habían admisiones en la Academia Antioqueña de Aviación y yo debía demostrar que sí es posible, así que con mucho sacrificio y dedicación, logré culminar mis estudios y me gradué justo el día del aniversario de Gardel, y tomando una copa de vino, mis más puros recuerdos se vienen cuesta abajo, de aquella noche, mi triste noche cuando te dejé, y más nunca pude volver. 
Cada vez que piloto estas aeronaves, percibo desde lo alto, ese aroma a café que recolectaba cuando más joven, con nostalgia miro el ayer de una pequeña mujer que quería volar muy alto, para perderse entre las nubes; para Marcos, yo danzaba entre los cafetales... Recuerdo que me acompañaba con sus palmas en mis más alocadas ideas, y eso era más que suficiente para mí, volar y tener con quien hacerlo...Espero algún día entiendas.
He regresado a casa, y aunque te haya preguntado por ahí, nadie lo sabe; Marcos no está, Marcos se fue…¿Alguien lo sabe? ¡Contéstenme! Espero que tus cosas hayan emprendido vuelo, seguiré entonces con el mío; horas más tarde estaría a la espera de mi plan de vuelo, en salón de pilotos del Aeropuerto Olaya Herrera en Medellín, donde aprendí a volar... 
- Veamos, hoy tengo vuelo a las 5:30 pm con destino...
-¡Marcos!
- Mucho gusto Piloto, me llamo Marcos y hoy seré su copiloto, le acompañaré en su vuelo. 
15/05/2019
Espero les guste mi @microrrelato
Saludos!

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